lunes, 21 de febrero de 2011

Gusto

Me gustaría que tu sonrisa
fuera rota por mis palabras;
que se fragmentara
poco después de ser concebida.

Me gustaría volver sobre mis pasos
y encontrarte otra vez,
tendida sobre el pasto húmedo de un jardín,
ese que era nuestra heterotopía.

Me gustaría (más que todo lo anterior)
tomar su mano ("su mano", no la tuya)
para sostenerme (y sostenerla);
despertar con su mirada y (por cursi que te parezca)
despertarla con una caricia.

17 comentarios:

Anónimo dijo...

Pero no es a mí mano a la que te refieres
es la mano de otra,
pero diferente a la que amabas antes
jamás me escribirás un poema
ni de amor
ni de odio
solo me queda ver,leer y sufrir
cada palabra no escrita para mí.
Te amo

José Luis Dávila dijo...

Igual y no te escribo
porque no te sé;
reconozco unas grafías
que no me devuelven un rostro
ni un rastro, sólo ideas.

Las ideas bastan a veces,
y por el momento esas son "tú";
sin embargo, me gustaría
(sigo con el "me gustaría")
que empezases a develarte.
(Y ya no motivado por curiosidad,
sino sólo para saber
a quién le acabo de escribir)

Anónimo dijo...

Me gusta que no sepas
adoro tú incertidumbre
y sé que cada palabra mía
no es más que un pequeño reflejo
del anima que te ama

de los ojos que te miran
mientras estás junto a ellas
de los labio que murmuran palabras
las cuales nunca escucharás

Y sí soy ideas,
pero nos puedes acomodar
para ser
para existir
cuando tú lo decidas

José Luis Dávila dijo...

Mi "no saber" te alegra,
y de alguna manera extraña
este juego tuyo ya también es mío.

Me miras, lo afirmas,
entonces yo también he de verte
a pesar de no poder conjugar
tus palabras con tu rostro.

Si yo decidiese tu existir, decidiría poder encontrarte explícita en los ojos
que me rodean cada día.

Anónimo dijo...

Me tienes frente a ti
pero la costumbre (maldita costumbre)
ha empolvado todo
no me viste antes
ahora no soy ni una sombra
en tú vida
solo te veo ir
caminar,
abrazarlas

Creo que ya no quiero jugar
duele ¿sabes?
dame un rostro
el de cualquier mujer
uno que tu inventes
o uno que ames

Ya lo sabes
te amo, a pesar del tiempo
de que no me puedas ver

José Luis Dávila dijo...

Y si no quiero un rostro,
si lo que quiero es saberte a ti,
quien escribe.

¿Te veo o no te veo? (Me gustaría verte)
No lo sé, dime tú si estás
presente cerca,
o es que debo confiar en la ausencia
de rasgos físicos.

Entiendo que duela,
y no quisiera que doliese pero
nada puedo hacer contra eso
porque eres tan incierta
que no sé si deba
dejar libre mi paranoia.

Anónimo dijo...

¿Me quieres encontrar?
Si me hiciera visible
posible
y tangible para ti
te aseguro
que cerrarías los ojos
no escribirías más

No sé
sí soy alguien para ti
sé que no me amas

Deja la paranoia
piensa que estoy lejos
descansa
y ama
yo puedo esperar
más allá de la eternidad

Anónimo dijo...

¿Y mi respuesta?
Supondré que está ocupado.
Te amo

José Luis Dávila dijo...

Sí, te quiero encontrar.
Quiero que te develes.

No dejaré de escribir,
no habría razón
para dejar de hacerlo.

Quiero saber quién eres,
quiero una sola pista,
una pista que sea lo
bastante grande para obviar
una respuesta.

José Luis Dávila dijo...

(siento haber tardado con la respuesta, pero, en efecto, mi tiempo no es mucho por el momento, cosa que espero cambie en esta semana)

Anónimo dijo...

Me quieres encontrar
pero es solo curiosidad
no es por el sentimiento.

¿Y si te dijera una cosa
que alguna vez
un día
mientras la tarde parecía noche
y el día era borroso
quise amarte?

Sospecho que te sorprenderías
pero diremos
escribiremos
que nunca lo hice

Me gustaría tomar tú mano
acariciar tú cabello
y no sentir rechazo
acercarme a tú rostro
tocar tus labios
y
antes
de que lo esperes
besarte.

Anónimo dijo...

No me puedo resistir
te lo escribo porque hoy
solo he pensado en ti
es interesante te veo
y aunque estés igual que lose demás
eres un ángel de blanco
aunque prefiero más verte en tú versión oscura

José Luis Dávila dijo...

Me intriga tanto saber quién eres.

Y quiero saberlo,
no importan las razones,
porque son razones que yo no sé.

Si me dices,
si escribes que hiciste eso,
no sabré qué decir,
ni qué hacer.

No soy un ángel,
tampoco tengo una versión oscura,
soy yo, siendo como soy,
pensando en quién puedes ser tú.

(Te propongo encontrarnos
en algún lugar, déjame salir de la duda.)

Anónimo dijo...

Lo siento tanto, no puedo verte, me despido, fue hermoso poder leer tus poemas, espero haber despertado en ti aunque sea un poco de cariño.
Soy cobarde,no puedo seguir.No hay posibilidad.

José Luis Dávila dijo...

¿Por qué no? Debo aceptar que has sido presencia en ausencia, al menos no desaparezcas de este espacio, al menos sigue comentando, estando.

Anónimo dijo...

No puedo, no debo, aunque una parte de mí lo desea con cada pedacito de conciencia y ser, si continúo puedo terminar matándome, claro esta no literalmente.
Sabes me sorprende que no te hayas dado cuenta quien soy y eso de alguna forma me alivia. Adiós

José Luis Dávila dijo...

Pues es que soy un poco lento para estas cosas.
Qué te puedo decir, espero que algún día me digas quién eres, de verdad me gustaría saberlo, me gustaría que fuera posible.
Un abrazo.