lunes, 12 de julio de 2010

Progreso


¿Cómo soñar? ¿Para qué? ¿A qué hora? Si lo que se nos pide es permanecer despiertos, alerta ante las vicisitudes que acechan, para bien o para mal, entonces soñar es obsoleto, o más bien, está fuera de moda.


¿Dónde quedó la Nada? La postmodernidad puede ser barroquismo (quizá un hiperbarroco): sin espacios vacíos, sin tiempo libre, sin Ser, porque entiendo -aunque puedo estar mal- que el Ser se filtra hacia el mundo mediante la ruptura con la nada, el problema es que la Nada fue borrada por el consumismo, por ello el Ser, como era concebido, está dejando de existir.


El nuevo Ser que tenemos no merecería las mayúsculas. Es un Ser que se crea a partir de las demandas impuestas por la (casi completamente alienada) sociedad.


Ese debería ser nuestro horror y sin embargo lo vivimos como el natural estado de las cosas, como “progreso”, un avance hacia el abismo que representa existir por existir.

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